La Zona Volcánica de la Garrotxa es un espacio con un excepcional interés geológico y botánico, siendo muy singular en Cataluña y, sin duda, el mejor exponente del paisaje volcánico de la Península Ibérica. Este espacio comprende una parte importante de la cuenca alta del río Fluvià, desde los 300 m de altitud hasta los picos más cercanos a los 1.000 m. Formada por un importante conjunto volcánico, entre las sierras transversales eocénicas, que contiene una cuarentena de conos volcánicos de tipo estromboliano, cráteres de explosión y más de veinte coladas de lavas basálticas. La flora representada en este espacio es extremadamente rica, tanto cuantitativa como cualitativamente, con predominio de las plantas del elemento mediterráneo y euro-siberiano. Las unidades de vegetación más relevantes de la Zona Volcánica de la Garrotxa son los bosques caducifolios centroeuropeos y atlánticos en los lugares más húmedos y los bosques perennifolios mediterráneos en las laderas secas. El encinar montañoso (Quercetum mediterraneo-montanum) ocupa una parte importante del territorio, especialmente en la parte oriental. Cabe destacar algunas formaciones vegetales realmente notables en Cataluña que caracterizan el paisaje de las llanuras de Olot, como son las hayas y robles, alisos, etc. El hayedo ocupa en estas tierras una posición excepcional entre 500 y 650 m sobre los materiales volcánicos-variante acidófila (Luzulo niveae-Fagetum) del Hayedo de Jordà-, mientras que en las laderas de la Sierra del Corb y de Finestres también hay importantes extensiones de hayedo con boj y con el eléboro verde (Buxo sempervirentis-Fagetum y Helleboro-Fagetum); estos bosques son especialmente ricos en plantas nemoral. La presencia de pequeños fragmentos del robledal de roble albar (Isopyro-Quercetum roboris) a la cubeta olotina es realmente excepcional para Cataluña y de gran interés fitogeográfico, la robledal de roble albar es un bosque de significación netamente centroeuropea propio de las grandes llanuras europeas y laderas septentrionales del Pirineo (Era Val d'Aran). La fauna es típicamente centroeuropea, caracterizada por la abundancia de algunos grupos faunísticos y la notable diversidad, en especial de invertebrados, con muchas especies raras o endémicas. La coexistencia de un paisaje vegetal mediterráneo y centroeuropeo en un área relativamente reducida determina la presencia de un conjunto faunístico de gran interés. Las paredes verticales de Puigsallança y del núcleo de Finestres, son especialmente importantes como hábitat para numerosas aves rapaces. La inaccesibilidad de algunos sectores permite la conservación de algunos biotopos característicos de la fauna de la montaña media catalana, donde destaca la densidad de carnívoros de tamaño medio: garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta), zorro (Vulpes vulpes) , turón (Mustela putorius), etc.