Las montañas de Prades constituyen un espacio biogeográficamente excepcional. La coexistencia de paisajes plenamente mediterráneos con otros centroeuropeos e incluso boreales, lo hace un espacio muy interesante desde el punto de vista biogeográfico. Los cambios de laderas, el gradiente altitudinal, los diferentes sustratos, la acción antrópica, etc., Permiten la instalación de biocenosis muy diversas que se reparten en el espacio formando un mosaico complejo. Por otra parte, se debe considerar la existencia de yacimientos paleontológicos declarados patrimonio mundial por la Unesco, en 1992, de gran valor científico. En el conjunto de las montañas predominan los paisajes forestales, que es uno de los elementos más importantes y definidores de estas montañas. Hasta los 900-1.000 m corresponde al dominio de los encinares (encinar litoral, montañoso y carrascal) (Quercion ilicis), y por encima de esta altura al de los robledales secos (Quercion pubescentes-petraeae) y pinares subhúmedas de pino rojo (Deschampsio -Pinion). Por sus características fisiográficas es un sitio de superposición de elementos faunísticos de tipo pirenaico y centroeuropeo con elementos norteafricanos, conjuntamente con el núcleo principal de especies propiamente mediterráneas y la presencia de endemismos o especies raras. El espacio presenta elevada diversidad de avifauna, con presencia de invernantes (Regulus regulus, Prunella modularis, Prunella collaris, Turdus torquatus, Carduelis spinus, ...) y nidificantes mediterráneos o más septentrionales (Sitta europaea ...). Las comunidades de predadores son bien constituidas y sus representantes, abundantes debido a la riqueza de presas: garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta), tejón (Meles meles), zorro (Vulpes vulpes), etc. Las Montañas de Prades son también un excelente refugio para algunas especies de anfibios y reptiles extramediterráneos. La fauna cavernícola de las cavidades kársticas, rica en endemismos (Antrocharidius Orcinus, Trissexodon quadrasi, Troglorrhynchus Bonretorn, Duvalius bertae, ...), presenta un excepcional interés faunístico y biogeográfico con especies muy antiguas, refugiadas al dominio hipogeo y que no presenta, en la mayor parte de los casos, parientes próximos epigeos.